Landeyrat, pueblo encantador, en perfecta simbiosis con las sinuosas curvas de los pastos de montaña, es un pueblo discreto, con un campanario puntiagudo y casas pintorescas. El visitante se sorprenderá al encontrar una estación en este pueblo solitario y sin embargo... Hay que imaginarse la intensa actividad cuando los rebaños llegan a la estación de tren, dispuestos a partir hacia sus cuarteles de verano en medio de los pastos de montaña. Hoy en día, esta estación se ha convertido en un equipo dedicado al ocio turístico: el vélorail de Cézallier.
Una actividad recreacional para compartir en familia o entre amigos. El Vélorail de Cézallier, se presenta bajo la forma de divertidas máquinas que circulan por la vía de ferrocarril para el placer de grandes y pequeños. Es una invitación a un viaje ineludible, en medio de esos amplios espacios abiertos de Cézallier. Entre las posibles rutas emblemáticas: una parada en la cascada de Veyrines ¡o incluso la contemplación del magnífico viaducto de Saint-Saturnin!
Vélorail en familia
En el corazón de los paisajes de pastos de verano, el pueblo de Landeyrat tiene un rico pasado volcánico y arqueológico, abarcando así diversos paisajes como las turberas, vastas mesetas y el ineludible caos basáltico de la roca de Landeyrat.
Este último está formado por un acantilado de órganos basálticos, característico del final de un flujo de lava, dominando un vasto caos rocoso de bloques de basalto. De aspecto desértico, el lugar sirve sin embargo como refugio para muchas aves y murciélagos.
El caos de Landeyrat
El caos de Landeyrat está clasificado como Espacios Naturales Sensibles de Cantal. Un sendero de descubrimiento de este entorno atípico permite comprender las especificidades del entorno natural con terminales de información en parte del recorrido. Le aconsejamos que lleve sus prismáticos ¡para que no se pierda nada!
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