Joursac, un pueblo encantador, nos ofrece un patrimonio arquitectónico y paisajes notables. Las ruinas del castillo de Mardogne y su iglesia Saint Etienne son el orgullo de los lugareños y atraen a los curiosos y apasionados de las piedras antiguas. Escuche bien, ¡tal vez éstas aún no hayan revelado todos sus secretos!
La torre de Mardogne, fortaleza encaramada en su espolón rocoso, controla la entrada del valle.
En aquel entonces desempeñaba el papel de vigía y pertenecía a la red de ciudadelas del valle del Alagnon.
Aunque del castillo actualmente sólo quedan algunas ruinas tras un incendio en 1720, la torre de Mardogne, catalogada como Monumento Histórico, interpela al visitante. Los más curiosos podrán acercarse a estos vestigios a través de un hermoso paseo saliendo del pueblo.
Torre de Mardogne - Joursac
A lo largo de sus estrechas callejuelas se levantan hermosas casas con magníficas puertas.
En medio del pueblo, la iglesia Saint Etienne se impone con su campanario de peine característico de las construcciones de Cantal.
Esta iglesia también alberga la tumba de Louis de Foix, señor local representado con rostro barbudo, manos entrelazadas, vestido con una túnica y llevando la corona condal y su espada. Abra bien los ojos, cada detalle cuenta….
Iglesia de Joursac
Los amantes de la autenticidad encontrarán en Joursac hermosas construcciones de piedra, antiguas granjas a menudo rehabilitadas, que a veces pueden recibir a los visitantes, como la habitación de huéspedes La Barajade. Los amantes del queso encontrarán en el lugar criaderos de ganado vacuno y caprino para degustar los sabores del Cantal, y los más curiosos sin duda se dirigirán hacia Elgines para degustar algunas moras bien dulces…
Joursac, entre naturaleza y patrimonio
Restez informé et connecté à l’actualité et aux bons plans du Volcan Cantal !